lunes, 20 de octubre de 2014

Bunyols

No se si os lo he contado alguna vez, pero tengo la gran suerte de que mi suegra hace los mejores buñuelos que he probado en mi vida. Y como me gustaría que estas tradiciones permaneciesen en mi familia, este año nos hemos atrevido a hacerlos por primera vez.


Bunyols


Los ingredientes que necesitáis para hacer más o menos un kilo de buñuelos son:
  • 1/2 kg de patatas
  • 200 g de harina
  • un vaso de agua
  • levadura de pan
  • aceite de girasol

Lo primero que hay que hacer es hervir bien las patatas y cuando están hechas no hay que dejar que se enfríen. Se cuelan para quitar el exceso de agua y se pasan por un chino para hacerlas puré. Se añade el vaso de agua con (más o menos) la mitad de una pastilla de levadura de esas que venden en el Mercadona.

Se mezcla bien con las manos y se va añadiendo poco a poco la harina. La masa queda muy pegajosa, pero es así. Ahora se deja reposar hasta que suba. Por lo menos una hora.

Se calienta el aceite de girasol en una sartén bien honda y cuando está muy caliente podemos empezar a freír los buñuelos. Este puede ser el paso más complicado y depende del arte de cada uno. Menos mal que Xisco ha heredado unas buenas manos de cocinero y algunos nos quedaron con el agujerito y todo. Para que no se os pegue la masa en las manos, tenéis que mojaros la mano con agua y sal.


Cuando están dorados por un lado se les da la vuelta simplemente con un tenedor. Una vez hechos los podemos servir y que cada uno se los coma como quiera. A mí me encantan simplemente con azúcar, pero también se pueden comer con miel, con azúcar moreno, etc.

Espero que os salgan tan buenos como a nosotros y si no, siempre podéis ir a comprarlos a alguno de los tantos puestos que aparecen estos días por las calles. ¡A ver quién me trae un clavelito!


¡Hasta la próxima!


lunes, 13 de octubre de 2014

Pina

De nuevo en ruta por Mallorca y para estrenar esta nueva temporada nos vamos a visitar este precioso llogaret que pertenece a Algaida.

Para llegar a Pina desde Palma el camino más directo es por la carretera de Manacor y salir por la rotonda hasta Pina.


Sa Font de Pina


Lo primero que nos encontramos al llegar a este pequeño pueblo es la Creu de Terme de Pina y justo al lado de esta se encuentra Sa Font de Pina. Un precioso jardín en el que podemos pasear y donde se encuentra la antigua fuente, protegida por una capilla de piedra y una especie de caseta abierta donde se conservan los antiguos lavaderos públicos. Todo ello de origen árabe. También pudimos ver unos antiquísimos eucaliptos que eran súper altos y le daba al lugar un ambiente muy especial.

Nos dirigimos hacia el interior del pueblo hasta llegar a la plaza principal donde se encuentra la iglesia de Pina.

Església Parroquial
de Sant Cosme y Sant Damià
Aunque este día la iglesia no estaba abierta (como nos ha pasado casi siempre) pudimos observar las dos torres que presiden esta iglesia que están coronadas por dos estatuas de piedra que representan a los santos médicos de Sant Cosme y Sant Damià. A los que está dedicada esta iglesia parroquial. Se construyó durante el siglo XIX aprovechando parte de una estructura anterior y fue obra, entre otros, de Vicenç Matas.


En esta plaza vimos una estatua dedicada a un santo en la que podemos leer "Poble que estima, poble venturós". No se muy bien a que santo está dedicada la estatua porque la placa que lo ponía había desaparecido.

Convent de les Franciscanes
Filles de la Misericòrdia
Justo detrás de la iglesia se encuentra el Convento de las Franciscanas. Fundado en 1856 está formado por un edificio que forma parte de la estructura exterior de la iglesia y otro de construcción posterior (1891) que está en la parte de atrás al otro lado de la calle. Ambos edificios unidos por un puente.


Aunque los molinos no son lo que más destaca de este pueblo, todavía queda una buena muestra de un molino de viento en la calle de Sant Plàcid que forma parte de un restaurante al que tenemos que ir algún día. Es Molí de Pina es un restaurante familiar en el que sirven comida mallorquina.


Lo último que fuimos a visitar fue un pequeño mirador que se encuentra a la salida de Pina en dirección a Sineu. Desde este mirador se puede observar el valle de Pina y otro de los más de miles de rincones mágicos que esconde esta isla.


Nos despedimos de vosotros desde los jardines de Sa Font de Pina en los que uno se vuelve a enamorar.

¡Hasta la próxima!