lunes, 7 de julio de 2014

Cala Varques

La semana pasada fuimos a una playa que se nos quedó grabada en el alma cuando la visitamos por primera vez hace un par de años.


Cala Varques

Para llegar hasta esta cala podéis ver la explicación en esta anterior entrada del blog en la que visitamos algunas de sus cuevas.

Lástima que este día el mar estaba mucho más revuelto que la última vez y había muchísimo oleaje. El famoso chiringuito de las rocas esta vez se encontraba en la arena de la playa (a buen refugio de las olas). Una de las partes malas de las mareas es que a veces traen medusas. ¡Y eso nos pasó ese día! No es que hubiera muchas, pero eran pequeñas y con las olas eran malas de ver. Pero había que jugársela, porque a pesar de las olas, las medusas y las algas, el agua estaba tan transparente como recordaba.

Me habría encantado volver a bañarme en esas aguas cristalinas y tranquilas que nos encontramos aquella vez, pero no ha podido ser. No se que le pasa al tiempo este verano que no para de hacer viento. Esperemos que la cosa se calme.

Cala Varques Petita
Otra de las peores cosas que traen las mareas es que a veces se llevan pequeñas calitas de arena, que tantos años habrá costado crear. Es el caso de la hermana pequeña de esta cala, Cala Varques Petita. Una pequeña entrada de mar con arena fina y flanqueada por las rocas. Se podía ir de una costa a la otra andando por el mar sin que el agua te cubriese. Ahora ya no es posible, porque ha desaparecido. Espero que algún día vuelva a crearse, aunque no creo que nosotros lo veamos.

A pesar del viento y el oleaje pudimos disfrutar de una agradable tarde de playa. Había gente en la arena, pero no tanta como la que nos encontramos aquel famoso 15 de agosto. Os recomiendo ir a visitar esta playa algún día en el que el tiempo esté más tranquilo. Estoy segura de que no os defraudará.


Nos despedimos de vosotros con esta foto en la orilla de Cala Varques cuando la visitamos por primera vez.

¡Hasta la próxima!



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