jueves, 7 de noviembre de 2013

Llucalcari

A este pequeño llogaret hacía muchos años que Xisco quería venir. Siempre habíamos pasado por la carretera y nos habíamos dicho "algún día tenemos que bajar ahí". Llucalcari se encuentra situado en la carretera de Deià a Sóller y pertenece al municipio de Deià. Esta formado por una veintena de casas y destaca su pequeño oratorio dedicado a la Mare de Déu dels Desemparats. No sabemos porque las señales que indican el acceso al llogaret están quitadas de la carretera, así que, si te despistas un poco te pasas la entrada. Saliendo de Deià pasaremos el desvío que iba hacia Cala Deià y en la siguiente parada de autobús del TIB está la entrada a Llucalcari.

Llucalcari

No es posible dejar el coche porque el poco aparcamiento que hay está reservado a los residentes (aunque encontré pocos coches que tuvieran la acreditación en el cristal). Hay mucha gente que lo que hace es venir de excursión desde Sóller o desde Cala Deià. Pero si tienes la oportunidad de ir en moto, como nosotros, seguro que encuentras algún hueco donde aparcar sin molestar a nadie.


Oratorio de Llucalcari
Las casas de este pequeño llogaret son como las casas típicas mallorquinas de esta parte de la isla, forradas de piedra y cuidadas hasta el mínimo detalle. En algunas de ellas se pueden ver unas torres de defensa cuadradas. Nunca me canso de ver las poblaciones de nuestra querida Serra de Tramuntana. En la calle principal hay un pequeña capilla datada de 1688 donde se venera a la Mare de Déu dels Desemparats y en la que celebran su festividad el 15 de agosto.







CALA DE LLUCALCARI - CALA D'ES CANYARET

Justo antes de llegar al oratorio hay un pequeño cartel que indica la bajada al mar.


No me esperaba que el camino fuera tan complicado para bajar al mar y como veníamos con la moto, no íbamos con el mejor calzado, pero ¡allá que fuimos! Es un camino de piedras que va descendiendo por la montaña. A veces hay un poco de humedad, así que, hay que ir con cuidado de no resbalar.



Pasáremos una verja que ¡recuerda! siempre dejarla cerrada. Hay diferentes caminos que van hacia la cala, pero nosotros siempre seguíamos los que estaban señalizados con spray amarillo. Llega un momento en que la bajada es brusca con muchos escalones de piedra, algunos mucho más grandes de lo esperado. Pero en general, hace buen caminar hasta que llegas a la cala.


Aquí viene lo más complicado si vas, por ejemplo, con niños. Al tratarse de una cala que está en la montaña el último tramo es bastante empinado. Y aunque había una pequeña escalera hecha con ramas, encontramos que era más seguro descender por la ladera de rocas y tierra.


Cala d'es Canyaret

Esta cala es completamente de rocas y piedras. No hay ningún sitio para dejar la toalla (si tu idea es ponerte cómodo). Por lo que os recomiendo no bajar con muchos bártulos, porque luego la subida se os hará muy pesada. Esta cala es conocida por los baños de fango que suele hacer la gente cogiendo tierra de la ladera de la montaña, la cual tenía unos colores muy llamativos.

Justo en medio de la cala se encuentra un pequeño brote de agua que proviene de la montaña. Y como os podéis imaginar estaba bastante fría. Seguro que en verano es bastante refrescante.

Y desde esta sorprendente cala de nuestra Serra de Tramuntana nos despedimos ¡hasta la próxima!


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