martes, 27 de marzo de 2012

Ermita de Maristella

Otra excursión por Mallorca y nuestra primera excursión por Esporles. Ya hacía tiempo que tenía esta excursión en mente y por fin llegó el día de hacerla.

Para esta excursión os recomiendo, como casi siempre, llevar botas o zapatos de montaña, ya que el terreno es bastante rocoso y húmedo.




ESPORLES - ERMITA DE MARISTELLA - COR DE JESÚS - ESPORLES
Tiempo y distancia: 2 horas aproximadamente
Dificultad: media

A veces lo malo de realizar una excursión que no has hecho nunca, y sin nadie que te indique el camino, es encontrar la ruta exacta por donde comienza. Y en eso perdimos un poco el tiempo. Creo que la información la saqué, como casi siempre, del ayuntamiento del municipio al que vamos. Y la cosa no estaba muy bien explicada a mi parecer. La explicación de la excursión marcaba una ruta y la imagen del mapa otra. ¡Un lío! Pero al final encontramos una ruta, no se si alternativa o no, y llegamos a ver lo que nos habíamos propuesto.

Podéis dejar el coche en las calles que están antes de llegar a la iglesia, ya que creo que después solo hay un pequeño parking a la derecha que suele estar lleno.


Empezaremos la ruta detrás de la iglesia de Esporles. Hay un poste de madera que indica Camí des Correu. Empezaremos nuestra excursión por este camino. 

Es un camino de piedra dónde se puede realizar otra excursión que nos llevará hasta Banyalbufar. Pero nosotros solo realizaremos parte de nuestra excursión por este sendero. El camino empieza a ascender bastante con unos escalones de piedra.

Pasaremos una primera barrera de madera que hay que volver a dejar cerrada una vez que pasemos. Antes de la segunda barrera de madera veréis un nuevo poste que indica que sigamos recto (si queréis seguir hacía Banyalbufar) y un camino de tierra a vuestra izquierda. Entrad en este camino y subiremos por esta pequeña montaña hasta la Ermita.


Es un camino bastante duro, y requiere buena forma física, porque es bastante empinado y escalonado en algunos tramos, cosa que nos dejará sin aire de vez en cuando.

Por este camino, aunque parezca mentira, parece que bajan algunos ciclistas de mountain bike, ya que todavía había huellas frescas de bicicletas. La verdad es que da bastante miedo pensar que alguien pueda bajar por aquí en bicicleta, por muy de montaña que sean. Si alguien ha bajado por aquí sin matarse, que me lo haga saber. La ruta es muy sencilla, nosotros seguimos en todo momento las huellas de bicicletas, porque estaba claro, que por ahí solo habían bajado, o sea, que por alguna otra ruta habían tenido que subir.

Después de unos 25 minutos el camino se hace un poco más amplio, pero con el mismo desnivel pronunciado.

Llegaremos a un punto en el que paisaje es digno de admirar. Casi todo el suelo es de roca y hay muchísimos árboles que parece que están plantados con una simetría espectacular. Este es el lugar que escogimos para hacer una pequeña parada para merendar y coger fuerzas para seguir avanzando. Aunque aviso, todavía nos queda un tramo de ascenso, no os confiéis.


Una vez que se acaba el ascenso, el camino es más ancho y se ven varios senderos a seguir. Nuestra intuición, y nuestro consejo, es que sigáis los monolitos de piedra, que normalmente nos llevan por el buen camino.

Un par de minutos después llegaremos a un cruce de dos caminos en los que hay dos flechas de spray. Si mi memoria no me falla, había una de color amarillo que señalaba hacia la derecha y otra de color rojo hacia la izquierda. Nosotros seguimos por el de la izquierda y en el siguiente cruce hacia la derecha.


Ermita de Maristella
Siguiendo estas indicaciones no tardaremos mucho en llegar a la Ermita de Maristella. Esta ermita se encuentra situada en la Mola del Ram a unos 570 metros de altitud. Según he podido leer en Internet la Ermita de Maristella es probablemente la ermita más moderna de Mallorca. Dejando la ermita a nuestra izquierda, encontraremos el camino de bajada. Este camino es bastante ancho y bien definido.


Después de unos cinco minutos de descenso encontraremos en una roca una señal pintada con spray verde que indica el camino para llegar al Cor de Jesús. Merece la pena hacer una parada en este punto para visitarlo. Las vistas desde aquí os sorprenderán gratamente, son impresionantes...

Cor de Jesús
Conocida la devoción de la gente de Esporles por el Sagrado Corazón de Jesús, el rector Mateu Togores quiso dejar constacia levantando un monumento en el mirador del Cor de Jesús. La idea fue acogida favorablemente por el pueblo y el proyecto se realizó en 1940. Desde aquí podemos ver todo el pueblo de Esporles, la Serra de Tramuntana, la costa de Banyalbufar y la de Palma. Sí, desde aquí arriba, se pueden ver las dos costas al mismo tiempo. 

Seguimos nuestra excursión volviendo sobre nuestros pasos hasta llegar de nuevo a la piedra que nos señalaba el camino al Cor de Jesús para seguir descendiendo.

El último tramo de bajada tiene bastante pendiente y en algunos tramos se encuentra hormigonado. Resulta muy difícil resistirse a bajar un poco rápido, porque cuánto más frenas, más se resienten los cuádriceps...

Pasaremos una barrera en la que se encuentran varias casas. Debemos respetar la zona, ya que al parecer aquí vive gente.

La última barrera que tendremos que pasar, es bastante curiosa. Según la descripción de esta excursión, dice que esta barrera es un elemento para medir la masa corporal. Y cuando la vi entendí por qué. La barrera es bastante estrecha, poco más de un palmo. Así que, si estás más bien hermoso, tendrás que meter tripa para poder pasar...

Cruzamos la carretera y seguimos por un sendero estrecho, dejando a la derecha la propiedad privada con coto privado de caza. Cuando termina este sendero hay que seguir por la carretera hasta llegar de nuevo a Esporles. No es una carretera muy transitada, pero id alerta con los coches. Esta carretera nos llevará hasta dónde hayamos dejado nuestro coche. Si aparcasteis antes de llegar a la iglesia.


Y hasta aquí nuestra excursión por Esporles. Nos despedimos desde el mirador del Cor de Jesús con estas magníficas vistas. ¡Hasta la próxima!


miércoles, 14 de marzo de 2012

Isla del Toro

Un domingo soleado invita a hacer alguna excursión, ir a alguna fira, visitar un pueblo o descubrir una nueva cala. Y nosotros escogimos: excursión. Como fue un poco improvisado, tuvimos que elegir alguna excursión que estuviera cerca de Palma. Y a mi marido se le ocurrió ir a ver la Isla del Toro.

Isla del Toro

Hacía un par de años que pasamos por allí y vimos que se podía llegar hasta casi la isla. Así que, lo añadimos a nuestra lista de tareas pendientes.

Os recomiendo que llevéis zapatos o botas de montaña, porque el terreno está lleno de piedras y como no llevéis una buena suela, acabaréis con los pies hechos polvo.

MIRADOR D'ES CLOT D'ES MORO - ISLA DEL TORO - MIRADOR D'ES CLOT D'ES MORO
Tiempo y distancia: 1 hora y media aproximadamente
Dificultad: fácil (si no se llega a las rocas)

Para llegar aquí simplemente tenéis que ir por la carretera de Calvià hacia El Toro. Una vez que llegamos a El Toro, coger la primera indicación que nos lleva el puerto y seguir la calle hasta el final del todo. Podemos dejar el coche en esta calle sin problema (no suele haber muchos coches).

Antes de coger el camino que nos lleva a la Isla del Toro, si os asomáis al mirador, podréis ver que hay una escalera de hormigón que nos lleva hasta el mar. Vale la pena hacer un paréntesis en la excursión para ver este pequeño rincón. O si hacéis la excursión en verano, quizás podéis aprovechar para hacer un "capfico" y refrescarse.



Volviendo al camino de la excursión, después de unos pocos minutos caminando, os encontraréis una valla con un cartel que pone que es zona militar y que está prohibido el paso. Pues ni caso. Nosotros pensábamos que no se podía pasar y no os podéis ni imaginar el rodeo que hicimos. Mejor no os lo cuento, porque no nos matamos de milagro. Menos mal que solo nos llevamos para casa un par de moratones y algún que otro arañazo... ¡A quién se le ocurre!

Pues eso, que podéis pasar por la izquierda de esta barrera. La verja que rodea la zona está doblada y se puede pasar sin problemas. Después simplemente hay que seguir la senda del camino de tierra. En algunos puntos hay varios desvíos, que no se exactamente dónde van. Nuestro consejo es que siempre cojáis el camino de la derecha. Ya que la Isla del Toro nos queda a mano derecha.


Por este camino nos encontramos una especie de refugio militar, que actualmente se encuentra abandonado. Después de unos 20 0 25 minutos llegaremos a un punto en el que parece que se acaba el camino.

Es el único punto delicado de la excursión (y más si vas con niños o perros). Hay un pequeño salto en el que no teníamos muy claro como bajar a la Dori y subirla a la vuelta. Pero al final, nos decidimos a seguir. Es que la meta estaba tan cerca que no queríamos rendirnos a la mínima. A la Dori le costó un poco porque le dan miedo las alturas (creo que a todos los perros) y hubo que cogerla en brazos. Y no es una perra pequeña precisamente...

Pero se portó como una campeona. Después de este pequeño salto el camino a seguir parece que está señalado con unas pequeñas manchas de spray azul en las rocas. Así que, solo hay que seguir esas marcas. Es bastante fácil perderse. Por eso os aconsejo intentar seguir las marcas porque sino puedes llegar a puntos en los que no hay forma de seguir descendiendo...


Después de unos 10 o 15 minutos el paisaje cambia por completo. Ya no hay tierra, ni arbustos, ni nada. Simplemente rocas y más rocas. En este punto de la excursión es dónde más agradecerán nuestros pies que vayamos con el calzado adecuado. Las rocas son puntiagudas y muy cortantes debido a la erosión del viento y el mar.

Aquí nos encontramos con varios pescadores, así que me imagino que debía estar abierta la veda de pesca. Ya que la Isla del Toro es una reserva marina protegida. Casi, casi se puede llegar a la Isla del Toro, pero esto es lo más cerca que pudimos llegar. Como mucho, se puede intentar llegar hasta la otra orilla, si no hay mucho oleaje, siempre que estés dispuesto a mojarte un poco.


El camino de vuelta es el mismo por el que hemos venido. Simplemente hay que volver por nuestros pasos hasta llegar de nuevo al coche. Es una excursión corta pero interesante.

Y esta vez me despido con mi campeona, Dori, que la pobre se cansó un poquito. ¡Mirad que lengua! Casi le llega al suelo de lo cansada que está. ¡Hasta la próxima!

lunes, 5 de marzo de 2012

Castell de Sant Carles

Este fin de semana pasado estuvimos celebrando el Dia de les Illes Balears. Y nosotros elegimos el Castell de Sant Carles como visita para el día 1 de Marzo, que es cuando celebramos nuestra diada.

Castell de Sant Carles

Este castillo se encuentra en el Dique del Oeste de Palma. Allí dónde atracan las cruceros. La entrada se encuentra un poquito antes de llegar a los muelles y está perfectamente señalizada. Este castillo se utilizó durante muchos años como punto estratégico militar para defender el puerto de Porto Pi. Cosa que no me extraña, porque desde aquí se puede ver toda la bahía de Palma.

La entrada al Castell de Sant Carles es libre, una de las pocas que quedan, porque por lo que he podido leer esta semana, ahora tendremos que pagar todos los días para entrar al Castell de Bellver (incluso los residentes). El Castell de Sant Carles se construyó en el siglo XVIII y desde 1981 es un museo histórico militar.

Dentro del castillo encontraremos diferentes salas numeradas en las que podremos observar distintos objetos de las batallas y guerras en las que Illes Balears o España han participado.

La primera impresión al entrar es que no vamos a ver mucha cosa más que la fortificación, que se encuentra en muy buen estado. Pero las apariencias engañan... Desde la entrada principal accedemos al patio de armas en el que podemos observar varias puertas o salas numeradas. ¡Y esa fue nuestra sorpresa! Al entrar en cada una de las salas, que parecían mucho más pequeñas desde fuera, accedías a un universo de objetos históricos que van desde la Edad Media hasta mediados del siglo XX. Visitamos las salas de derecha a izquierda y así es como os las voy a describir.

SALA I
En la primera sala podemos ver una gran colección de todo tipo de espadas de muchas partes del mundo. Hay floretes, navajas, dagas, lanzas, y todo lo que se te ocurra para pelear en una batalla. También hay una larga lista de escopetas, rifles, pistolas... datadas del siglo XVIII y XIX.





Los que más me llamaron la atención eran los mosquetes con los que se podía realizar un solo disparo y tenían que limpiar el cañón, cargarlo de pólvora y después de unos segundos volver a disparar, eso si tenían la suerte de no haber muerto antes. En esta colección también se pueden ver las polvoreras y los palos con los que limpiaban el cañón de los fusiles. Hay varios maletines con pistolas de duelo, hachas y machetes muy raros e incluso un libro en el que escondían un revólver. Una colección curiosa.

En la segunda sala hay una miniatura hecha de madera del edificio de la Lonja en la que durante un tiempo fue utilizada para fabricar cañones. Primera noticia que tengo. Y yo que creía que se había utilizado solo para vender pescado...

En esta pequeña sala también podemos encontrar una maqueta inmensa en la que se representa una batalla con un montón de soldaditos de esos minúsculos pintados a mano. ¡Un trabajazo! Merece la pena que nos detengamos un momento para observarla. Como están colocadas estratégicamente las diferentes compañías. Como han cuidado cada uno de los detalles de cada soldado. ¡Muy bonita!

La tercera sala está divida en tres secciones. En la primera puerta a la izquierda podemos ver objetos personales del general Valeriano Weyler y Nicolau. No soy yo la más indicada para hablar de historia, porque más bien conozco poca. Pero por lo que pude leer tuvo muchos cargos militares importantes y estuvo un muchos momentos importantes de nuestra historia. Creo que si tuviera que hacer un resumen de lo que hizo este hombre, tendría que crear un blog solo para él. Lo siento, la historia no es nuestro fuerte.

Si entramos por la puerta que queda en frente, cuando entramos en esta sala, podemos ver un pequeño espacio dedicado a todas las torres de vigilancia que hay en Mallorca. Algunas mejor conservadas que otras.

Medallas y cruces militares
Y la última sección de esta sala es la que está en el primer piso, subiendo las escaleras que nos quedan a la derecha, nada más entrar en esta sala. De nuevo nos encontramos con un gran espacio dedicado al vestuario militar, medallas y cruces de condecoraciones militares. Muchos de estos objetos han sido cedidos por sus familias, por eso queremos dar las gracias por compartir su historia, nuestra historia, con todos.

También hay una gran colección de banderas militares de Baleares y de España de muchas épocas diferentes. Y un pequeño rincón dedicado a la memoria del Crucero Baleares.

En la cuarta sala encontramos de nuevo una colección de armas, pero más actuales. También varios sistemas de comunicaciones y el sistema de lotería en el que se sorteaban los destinos del servicio militar. Lo que me pareció, más que curioso, fue la similitud de las bolas que utilizaban para realizar el sorteo militar con las que se utilizan hoy en día para el sorteo de la Lotería Nacional. No se si tienen algo en común. Lo desconozco. Si alguien lo sabe, que nos saque de dudas. ¿Será por eso que han inaugurado una exposición sobre los 200 años de la Lotería Nacional en este castillo?

En la última sala que podemos visitar, antes de subir al primer piso de la fortaleza, encontraremos un rincón dedicado als Foners de Mallorca. Lo que actualmente se conoce como un deporte (Tir de Fona), en la antigüedad la fona se utilizaba como un arma. Consiste en un trozo de cuerda con el que se pueden lanzar pequeños trozos de piedra o plomo a largas distancias. En esta sala también podemos ver una serie de cuadros dedicados al Tir de Fona.


Una vez visitada la parte inferior del castillo podemos acceder a la primera planta subiendo las escaleras que se encuentran justo al lado de los servicios. Aquí aún se mantienen los mecanismos que utilizaban para transportar los misiles hasta la azotea, dónde podemos ver algunos cañones que se conservan. Desde arriba podemos ver perfectamente toda la bahía de Palma.


Antes de abandonar el castillo se puede ver una última sala dedicada a los cañones. Cómo se fabricaban los cañones, los misiles... También se puede ver dónde se encuentran los cañones Vickers de las islas. Nosotros visitamos el famoso Vickers de calibre 381 cuando estuvimos en La Mola de Maó en Menorca. ¡Era inmenso!

Y eso es casi todo lo que puedo contar del Castell de Sant Carles. Seguro que se me ha olvidado describir alguno de sus detalles, pero es que nos hemos sorprendido mucho de lo que nos hemos encontrado. ¡Y entrada libre! Creo que hemos pagado entrada en muchos sitios que no ofrecen ni una tercera parte de lo que se ofrece aquí. Así que si algún día no sabéis que ir a ver, os recomendamos esta visita.

 Y con la bahía de Palma a nuestras espaldas nos despedimos hasta la próxima.