sábado, 24 de septiembre de 2011

Cala Deià

Ahora que ya he terminado el verano quiero hablaros de la última cala que hemos podido visitar este año. Se trata de un pequeña cala que se encuentra en el municipio de Deià, y valga la redundancia, es conocida como Cala Deià.

Cala Deià
Para llegar hasta esta cala tenemos que coger un desvío que se encuentra hacia la izquierda, una vez que hayamos salido del pueblo de Deià (siempre y cuando vengamos desde Valldemossa). Encontraréis que hay una parada de autobús y un cartelito blanco de madera que pone Cala Deià. Después tenemos que bajar por esta carretera que nos llevará hasta el mar. Es una carretera estrecha, asfaltada y con mucho desnivel. Si queréis dejar el coche justo en la parte más cercana a la playa os tocará pagar el ticket de la zona azul que hay allí. Veo que los de Deià saben como sacar el máximo partido a la cala. Pero si no queréis gastaros nada, como yo, basta que dejéis el coche en alguna "vorera" de la carretera justo antes de llegar a este aparcamiento y seguir andando. No es un paseo largo, unos cinco minutos o así.

Una vez llegamos a la cala lo primero que se ve es el restaurante que hay en la parte izquierda. También podemos encontrar un bar en la parte de la derecha, que es dónde se encuentra la playa. Esta cala es toda de rocas y con un poquito de imaginación uno es capaz de colocar las toallas en algún resquicio de las rocas donde te puedes llegar a tumbar.

¡Ah! También os recomiendo llevaros unos zapatos de agua para andar por las rocas y meteros en el agua. Mucho más cómodo, porque no tienes que ir pasando pena de resbalarte y caerte o de clavarte alguna de esas puñeteras piedrecitas... Creo que en alguna ocasión ya os hablé de los zapatos de agua. No son muy caros y en este tipo de calas se les saca mucho rendimiento.

Aunque había un par de barquitos en la cala el agua estaba fenomenal. Cristalina y limpia. Me encanta cuando puedo bañarme en el mar y desde arriba puedo ver de qué color llevo pintadas las uñas de los pies.

Una vez que nos pegamos un par de chapuzones y nos comimos nuestros super bocatas, nos dirigimos a realizar una excursión que hay desde esta cala hasta Llucalcari. He de decir que no llegamos hasta allí, porque no llevábamos el calzado adecuado. Hubiésemos necesitado un par de zapatillas, ya que con chanclas no era fácil andar. El camino discurre por la costa entre las montañas e incluso hay tramos que son difíciles de pasar porque hay pinos en medio que hay que saltar. Me imagino que de algún temporal anterior.

Nuestro pequeño rincón
De todas maneras, encontramos una pequeña bajada al mar, posiblemente de algún viejo embarcadero, en el que pudimos pegarnos un capfico mi marido y yo solos. Todo el mar para nosotros dos..... hasta que llegaron unos guiris en barca y haciendo snorkel hasta la costa. ¿No había más sitios? No, tenían que venir donde estábamos nosotros. En fin, disfrutamos un poquito de ese pequeño espacio como si hubiese sido diseñado para nosotros, aunque fueran unos minutos.

Y con estas preciosas vistas de la costa de Deià me despido hasta la próxima. Espero que este otoño podamos realizar algunas nuevas excursiones y conocer muchos más pueblos de esta preciosa isla que recomiendo a todo el mundo visitar.



jueves, 8 de septiembre de 2011

Fornalutx

De nuevo escogimos un municipio de la Serra de Tramuntana (ya declarada Patrimonio de la Humanidad). Y está vez, después de un paseo en moto por la Serra, fuimos a parar al pequeñito pueblo de Fornalutx.

Este pequeño, pero enormemente precioso, lugar se encuentra en un valle situado en el centro de la Serra de Tramuntana entre el Puig Major y Sóller. Y es a este municipio, a Sóller, al que perteneció durante  mucho tiempo, hasta que se independizó en el año 1837.

Yo ya había estado aquí con mi amiga Bianca, a la que aprovecho para mandarle un saludo. Y mi marido, cómo no, había pasado por aquí muchas veces pero no se había parado nunca. Pues ya era hora de visitarlo.

Es un pueblo muy característico por sus casas y sus caminos empedrados. Creo que solo hay dos o tres calles asfaltadas que cruzan el pueblo de punta a punta. Se puede entrar al pueblo por dos caminos distintos. Desde "abajo" entrando por Sóller o desde "arriba" viniendo por la carretera que cruza la Serra.

Calles de Fornalutx
Cuando caminas por sus calles parece que estás en otro mundo. Es increíble la tranquilidad que se respira por la zona. Aunque nosotros fuimos a visitarlo en verano, creo que es más aconsejable hacerlo en primavera o en otoño. Ya que en verano hace muchísima calor y en invierno tiene que hacer un fresco que pela. He visto fotos preciosas de Fornalutx con nieve de las últimas nevadas que han caído estos años por la isla. También debe ser bonito verlo así, aunque un poco más peligroso para el coche.

Es uno de los municipios más visitados de Mallorca y cuenta con varios hoteles y restaurantes dentro del pueblo.
Que espero visitar algún día...

Por lo que he podido leer en la página web de su Ayuntamiento, a Fornalutx le han concedido varios premios:
  • La Placa de Plata por el Fomento de Turismo de Mallorca por la Defensa y Mantenimiento de la Villa en 1983 (¡qué casualidad!, el año que yo nací...)
  • II Premio Nacional de Pueblos Embellecidos y Mantenidos de España por la Secretaria General de Turismo el mismo año.
  • Premio Alzina por el Grup Balear d’Ornitologia i Defensa de la Naturalesa por su labor en favor de la naturaleza el año 1995.

Casa de la Vila
Lo primero que nos encontramos, si entras por la parte de "arriba", es la torre de defensa que forma parte de la Casa de la Vila. Para los que no son de aquí, o como dice el Casta "para los que se van", la Casa de la Vila es el Ayuntamiento. Justo ahí, hay un pequeño parking donde dejamos la moto. Aunque era domingo, pudimos entrar en la Casa de la Vila y ver su patio mallorquín. También puedes coger folletos de información sobre la zona y ver una foto preciosa de Fornalutx con nieve.

Consejo: como dije, en Fornalutx no hay muchas calles asfaltadas, que además carecen de arcén, así que hay que dejar el coche a las afueras y seguir la ruta andando. Y sí, ponen multas. Vi como le ponían una a uno del pueblo, pero viendo la forma en la que quitaba la multa del parabrisas, creo que no tenía intención de pagarla (conocerá al policía...)

Si seguimos por esta calle encontraremos como una pequeña fuente rectangular. No estoy muy segura si es una de esas fuentes en las que antiguamente debían de lavar la ropa los del pueblo. Lo que no me cuadra es esa especie de barandilla que hay en la pared. ¿Sería para colgar la ropa? A ver si la han remodelado y ahora es como esos pasillos de los spas donde te metes y caminas y sientes la paz y la conexión con el agua y tu cuerpo...

Mira, ¡imaginación al poder!. Si alguien sabe con seguridad qué es esto que me lo diga por favor.

Iglesia de Fornalutx
Después de pasar por la extraña fuente nos dirigimos hacía la iglesia. Tal como citan en la página web del Ajuntament "La iglesia parroquial es uno de los edificios destacados de Fornalutx, originaria del siglo XIII de estilo gótico, ha sufrido numerosas reformas hasta llegar a su aspecto actual más propio del barroco". ¿Y adivina qué? Estaba cerrada. Otra iglesia que no puedo conocer por dentro. No es que sea muy devota, pero ya que visito los pueblos me gustaría poder entrar en alguna iglesia de vez en cuando. Porque las hay de bonitas. 

Pero se ve que en esto no tenemos mucha suerte. Aunque no desistiré, yo lo seguiré intentando en cada pueblo que visite.

A continuación nos dirigimos hasta la parte más elevada del pueblo, pasando por sus callejuelas  empedradas y llenas de escalones. Pude ver que había muchas fuentes de agua y también una especie de camino señalizado en el que había unos ganchos para poner antorchas, donde supongo deben realizar algún tipo de procesión religiosa o alguna festividad nocturna del pueblo.

Es Pà de Fornalutx
Según pude leer en la información que obtuve de Fornalutx por Internet, en este muncipio existe un arte popular de pintar dibujos y símbolos en las tejas que salen de las cornisas de las fachadas. La verdad es que no se si me fijé poco o qué, pero solo pude encontrar una pequeña muestra en un pequeño Forn que hay en la calle principal. Por cierto, si vais a Fornalutx hacerme el favor de entrar en este Forn y comprar pastel de hojaldre (o pastel de pobre, como dice mi marido). Nosotros compramos uno de chocolate y mmmmmmmmm ¡qué bueno!!! También lo hacen de crema.


Por lo que he podido leer, el arte de las tejas pintadas "a parte de la función propiamente decorativa,  tuvieron una función simbólica, ya que su objetivo era preservar y defender la casa y sus habitantes de las desgracias."

Y desde este mirador nos despedimos hasta el próximo pueblo, excursión o lo que sea de Mallorca.


martes, 6 de septiembre de 2011

Cala Pi

Nuevo destino turístico ahora que todavía estamos en verano. Esta vez nos hemos ido por el municipio de Llucmajor. En esta visita nos paramos en Cala Pi. A la cuál no recuerdo si he ido alguna vez (puede que cuando era pequeña con mis padres). Y mi marido ha ido un millón de veces por su antiguo trabajo (taxista) pero nunca había bajado a la cala. Y digo "bajado" porque efectivamente hay que bajar unas escaleras para acceder ella.

Cala Pi
Para llegar a Cala Pi desde Palma hay que salir por la salida número 26 de la autopista de Llucmajor (la del Aguacity de toda la vida). Sí, ya se que ahora las autopistas de Mallorca tienen unos nombres raros con números y letras, pero soy de la vieja escuela, y para mí la Vía Cintura seguirá siendo la Vía Cintura y la autopista de Inca seguirá siendo la autopista de Inca, y así sucesivamente. Soy incapaz de aprenderme los nuevos nombres. En fin...

Torre de Cala Pi

Después simplemente hay que seguir la carretera hasta Cala Pi, sin problema ya que está bien señalizada.
Una vez que llegas a Cala Pi, hay un pequeño parking al final de la zona residencial, desde dónde podemos ver una torre de defensa, la Torre de Cala Pi. Las escaleras para bajar a la playa están al lado de un restaurante. No se si hay más caminos para llegar a la playa. Supongo que sí. Pero nosotros bajamos por este.




Es una calita muy tranquila. Llegamos por la tarde después de comer y todavía había sitio para un par de toallas más... Aunque no se si será por el cambio climático o qué, pero sabes esos pececillos que hay a veces por la orilla, pues mordían. No se si es que tienen hambre y se han quedado sin su comida o qué, pero a mi marido le dieron un par de bocaditos por las piernas.

A pesar de los pececillos "carnívoros", la playa está muy bien. Y si antes de volver a casa vas a ver la torre que os he comentado antes que hay al lado del parking, se tiene una bonita vista de la cala. Además, si pillas un buen día despejado se puede ver toda Cabrera. Maravillas del Mediterráneo y de nuestras islas...


Pues desde aquí nos despedimos. ¡Disfrutad de lo que queda de verano!